Relación entre el miedo al cambio y la incertidumbre
Algunos temores que nos impiden alcanzar nuestras metas y disfrutar la vida
La psicoterapeuta Amy Morin se refirió a estos temas y explica cómo reconocer y enfrentar tus miedos
La muerte, nuestras carreras, las relaciones sentimentales o cualquier otra forma de incomodidad son las maneras más sencillas de permanecer dentro de nuestras zonas de confort… y de vivir vidas pequeñas.
De hecho, la psicoterapeuta Amy Morin plantea en la plataforma Psychology Today que a diario observa cómo, en ánimos de evitar la ansiedad, las personas terminan desarrollando depresión. Sus esfuerzos son contraproducentes ya que le llevan a vivir realidades seguras pero aburridas, lejos del riesgo y la emoción que se requieren para alcanzar la plenitud.


Si bien se reconocen varios temores que nos limitan y nos impiden la consecución de nuestros sueños, metas y objetivos como son: la soledad, el rechazo, el juicio, el fracaso, la crítica, la insuficiencia, el daño y otros. En general estos temores tienen mucho que ver con las creencias, es cierto o efectivo que alguno de ellos serán más intensos en una personas y en otras no. Cuando tenemos la posibilidad de reconocerlos y saber como actúan estas creencias en mí, puedo gestionar acciones que me permitan enfrentarlos y transformar una creencia limitante en una que me posibilita la acción. Veamos entonces como podrían afectar El Cambio y La Incertidumbre

El Cambio
Vivimos en un mundo que siempre ha cambiado; creo que eso es lo que llamamos evolución. Sin embargo, cada día nos enfrentamos a un cambio más acelerado y significativo. Temas que hoy parecen triviales, como la construcción y funcionamiento del metro en Santiago. A finales de los años setenta, generaron temores y grandes preocupaciones, recuerdo que los noticieros de la época alertaban sobre el tiempo de espera del tren subterráneo en cada estación y el funcionamiento automático de las puertas; ¡todos imaginábamos quedarnos atrapados en ellas!
No hace mucho, también estábamos expectantes ante la llegada del teléfono móvil, pasando rápidamente del teléfono de disco estacionario al móvil y luego a una generación de redes de comunicación global. Todo lo que antes parecía difícil y complicado se ha vuelto cotidiano y cercano. Aun así, nuestro juicio a menudo nos lleva a enfocarnos en los aspectos más oscuros de las acciones. Por ejemplo, si pensamos en la siguiente información entregada por de un gerente general: “Estimados colegas y trabajadores, nuestra empresa está tomando acciones para posicionarse mejor en el mercado. Estamos realizando algunos estudios y próximamente anunciaremos los cambios resultantes”.
¿Cuál crees que sería la opinión de los empleados? ¿Qué comentarios de pasillo surgirían? ¿Cuál sería la preocupación en los días siguientes? ¿Cómo afectaría esto a la producción?
Si lo reflexionamos, hemos atravesado muchos cambios en nuestras generaciones, y, en general, estos cambios han contribuido significativamente al desarrollo. Entonces, ¿por qué temerles?
¿Cuántas personas han perdido la vida en accidentes automovilísticos y aun así la evaluación del automóvil sigue siendo positiva?
A pesar de que históricamente los cambios han traído mejoras, el cambio en sí se presenta como uno de los principales temores en nuestras vidas. Esto nos lleva a crear resistencia y refugiarnos en nuestra zona de confort, perdiendo oportunidades prometedoras. Este estancamiento puede conducirnos a una rutina monótona.
La Incertidumbre
Nos enfrentamos a lo que está por venir, y lo único que sabemos sobre el futuro es que es incierto. Planificamos, presupuestamos y decidimos basándonos en supuestos derivados de situaciones que conocemos y que ya han ocurrido, hasta nos sirven las corazonadas. Sin embargo, a ciencia cierta, nada será igual o idéntico a lo que está por venir. La historia nos proporciona conocimiento sobre acciones concretas, pero lo único que podemos esperar del futuro es que, si trabajamos con seriedad y rigor, lo que planeamos es lo más probable que ocurra. Es como lanzar una moneda: sabemos que hay dos posibilidades de ocurrencia, cara o sello, y una mínima posibilidad de que caiga de lado.
Cuando nos dejamos llevar por el temor a la incertidumbre, que nos impide probar el cambio, evitamos generar lo nuevo. Sin garantías de que lo nuevo mejorará nuestra vida, tendemos a aferrarnos a lo que ya conocemos. La realidad es que, si esperamos a que otros actúen antes de intentarlo nosotros mismos, nunca sabremos si realmente debimos intentarlo.

Esta reflexión sobre el cambio y la incertidumbre es muy profunda y relevante en el contexto actual. El cambio, aunque a menudo temido, es una constante en la vida, este análisis destaca cómo hemos enfrentado diversas transformaciones a lo largo del tiempo.
Respecto a la reacción de los empleados ante el anuncio de cambios en la empresa, es probable que surjan varias opiniones. Algunos podrían sentir ansiedad o preocupación, temiendo por su estabilidad laboral o por el impacto que estos cambios puedan tener en su día a día. Los comentarios de pasillo probablemente girarían en torno a especulaciones sobre qué cambios se implementarán y cómo afectarán a sus roles.
La incertidumbre también podría generar un ambiente de desconfianza o desmotivación, lo que podría, a su vez, afectar la productividad. Sin embargo, como se menciona, el cambio también puede ser una oportunidad para el crecimiento y la innovación. Aquellos que estén dispuestos a adaptarse y ver el cambio como un desafío podrían encontrar nuevas oportunidades para desarrollarse.
La analogía sobre la moneda es acertada; en la vida, como en el trabajo, siempre habrá un grado de incertidumbre. Sin embargo, el hecho de que el futuro sea incierto no debería paralizarnos, sino impulsarnos a actuar y a probar cosas nuevas. Al final, es a través de la experiencia y el aprendizaje que podemos avanzar y mejorar.
“Nuestro desafío radica en equilibrar el miedo al cambio con la curiosidad y la apertura a lo nuevo, creando un entorno donde se fomente la innovación y se minimice la resistencia”.
¿Cómo crees tú que podríamos cultivar esta mentalidad en las personas para llevarlas a las organizaciones?